De familia motera y rodeada de motos desde bien pequeña, esto ha sido siempre una pasión para mi.  Empecé con una Rieju de motocross de 50cc, y poco a poco he ido yendo a más. A lo largo de mis 32 años he practicado varias modalidades, entre ellas conducción deportiva en circuito con una Honda CBR 600RR, aunque a la vez también me gustaba revolcarme por el barro y las piedras con una KTM de 250cc. Pero ha sido hace 3 años cuando he descubierto mi verdadera pasión en este mundo de las dos ruedas: viajar en moto. Y ha sido con ella, mi Africa Twin, con la que estoy devorando kilómetros a lo largo y ancho de nuestro país y, de momento, los países vecinos: Francia, Portugal, Marruecos y Andorra. Mis dos pasiones juntas: viajar y montar en moto. ¿Se os ocurre algo mejor que eso?

Inicié esta aventura de viajar en moto con el pensamiento de recorrer miles y miles de kilómetros por curvas y asfalto, pero poco a poco he ido descubriendo la magia del viaje «off road», y ahora no puedo dejar de conocer lugares alejados de la carretera y la civilización, esos lugares a los que no te lleva cualquier moto y que tienen un encanto especial… Ya son 60.000 kilómetros de viajes y experiencias inolvidables juntas. Mi sueño es seguir sumando y conociendo todos los lugares del mundo que pueda con ella, mi «Afri».

Una de mis rutas favoritas fue mi viaje a Córcega, esa isla poco conocida en el mundo del viaje en moto, pero que no deja indiferente…. Un lugar donde no existe un tramo de carretera que sea recto, donde puedes hacer curvas hasta saciarte, y donde puedes estar al borde del mar y con nieve en la cuneta en cuestión de dos horas. Carreteras rápidas de asfalto perfecto y preciosas carreteras rotas de montaña