By Luis Montero

Mi viaje en solitario en moto desde Madrid hasta Islandia fue una experiencia inolvidable que me permitió cumplir mi sueño de acampar bajo el cielo estrellado y presenciar las majestuosas auroras boreales. Sin embargo, no fue un camino fácil, ya que enfrenté días extremadamente duros, acampando en condiciones de frío extremo con temperaturas que alcanzaban los -20 grados Celsius. Pero cada desafío valió la pena, ya que me permitió sumergirme en la belleza salvaje de Islandia. 

Después de planificar meticulosamente mi viaje, atravesé Europa en mi moto, tomando carreteras secundarias y disfrutando de los hermosos paisajes que me ofrecía cada país. El objetivo final era llegar a Hirtshals, Dinamarca, donde abordaría el ferry que me llevaría a Seydisfjordur, en Islandia. El trayecto en ferry fue emocionante, navegando a través del mar del Norte y anticipando las maravillas que me esperaban en la tierra de los vikingos. 

Una vez en Islandia, organicé mi ruta alrededor de la isla, siguiendo principalmente la carretera N1, que me llevaría a través de los lugares más emblemáticos del país. Decidí comenzar por el norte, ya que las carreteras interiores solían cerrarse durante el invierno, y quería asegurarme de visitar estos puntos antes de que se volvieran inaccesibles. 

El primer tramo de mi viaje me llevó a Akureyri, una encantadora ciudad en el norte de Islandia. Exploré sus calles pintorescas y disfruté de su ambiente acogedor antes de continuar mi ruta hacia el este. A medida que avanzaba, me encontré con impresionantes paisajes, incluyendo imponentes montañas, cascadas congeladas y vastos campos cubiertos de nieve. 

A medida que el invierno se hacía más evidente, tuve que lidiar con condiciones climáticas adversas y temperaturas extremadamente bajas. Durante varios días, acampé en medio de la nieve y el hielo, enfrentando el desafío de mantenerme abrigado y protegido. Mi equipo de campamento y mi ropa especializada fueron fundamentales para sobrevivir en estas condiciones extremas.  

A pesar de las dificultades, cada noche estaba llena de expectativa, ya que esperaba ansiosamente la aparición de las auroras boreales. A medida que el cielo oscurecía, me refugiaba en mi saco de dormir dentro de la tienda de campaña y miraba hacia arriba, maravillado por el espectáculo de luces que se desarrollaba ante mis ojos. Las auroras boreales bailaban en el cielo, tiñendo las noches con colores vibrantes y creando un ambiente mágico y surrealista. Pero fue la primera noche de auroras en la que tuve mi recompensa. Poder abrir la tienda de campaña y mirar al cielo viendo todo el cielo iluminado con mi moto al lado, y decir: “si lo he conseguido” eso que tenia solo en mi imaginación se ha hecho realidad. 

Continuando mi ruta, exploré el famoso Círculo Dorado, visitando el Parque Nacional Thingvellir, donde se encuentran las placas tectónicas de América del Norte y Eurasia. También presencié la majestuosidad de la cascada Gullfoss y los poderosos géiseres de Geysir. Cada parada me recordaba la impresionante belleza natural de Islandia y su capacidad para dejarme sin aliento. En la parte sur, llegué a caer en un hostel llamado Paradise Cave Hostel, regentado por unos italianos, que desde un inicio me llamaron “survivor” ya que para ellos esta una autentica locura lo que estaba haciendo. Me cuidaron muchísimo, incluso guardándome la moto dentro de su cobertizo un par de noches de tormenta con vientos de mas de 80km/hr. Muchas cosas no me las cobraron, yo les di algo del o poco que tenía como jamón y lomo. Y lo apreciaron muchísimo. Gracias Davide por todo. 

A medida que me dirigía hacia el sur, me encontré con impresionantes glaciares, como el Vatnajökull, y me aventuré a explorar cuevas de hielo, caminando sobre el cristalino y frío hielo glaciar. También visité la hermosa playa de arena negra de Reynisfjara, con sus imponentes acantilados y pilares de basalto. 

A medida que llegaba al final de mi viaje, volví a Seydisfjordur, donde me embarqué nuevamente en el ferry para regresar al continente. Mientras dejaba atrás Islandia, me inundó una sensación de gratitud y asombro por todo lo que había experimentado. La belleza inigualable de los paisajes islandeses, combinada con la satisfacción de haber cumplido mi sueño de acampar y ver auroras boreales, crearon recuerdos que atesoraré para siempre. 

Mi ruta en solitario en moto desde Madrid a Islandia fue una travesía desafiante y emocionante, llena de aventuras y momentos de pura maravilla. Atravesé diferentes países, superé condiciones climáticas adversas y me sumergí en la grandiosidad de la naturaleza. Esta experiencia me recordó la importancia de perseguir mis sueños y desafiarme a mí mismo, incluso en las circunstancias más difíciles. Islandia, con su naturaleza salvaje y sorprendente, dejó una huella imborrable en mi corazón y siempre será un destino al que anhelo regresar. 

Rutómetro

Itinerario 

Myvant Lago de  Volcanes – Cascada de Gulfoss – Secret Lagoon – Geysir – Hallgrímskirkja – FlyOver Iceland – Senderismo a los glaciares – Eystri-Fellsfjara / Diamond Beach – Antigua fabrica de conservas – Carretera de las cascadas

  • Ruta total: 2963,4 Km
  • Época recomendada: primavera

Puntos de interés

  • Seydisfjordur: Un encantador pueblo portuario en el este de Islandia con casas de colores y un hermoso entorno natural. 
  • Húsavík: Conocido como el «pueblo de las ballenas», Húsavík ofrece la oportunidad de realizar avistamiento de ballenas en el océano Atlántico. 
  • Mývatn: Un lago volcánico con formaciones geológicas fascinantes, como las pseudocráteres de Skútustaðir y las columnas de lava de Dimmuborgir. 
  • Krafla: Un área geotérmica con cráteres volcánicos, fumarolas y campos de lava. También se encuentra la central geotérmica de Krafla. 
  • Akureyri: La «capital del norte» de Islandia, con una hermosa arquitectura, una animada escena cultural y el Jardín Botánico de Akureyri. 
  • Skagafjörður: Una región conocida por sus paisajes montañosos, ríos para practicar rafting y por ser un lugar donde se crían los famosos caballos islandeses. 
  • Hvítserkur: Una formación rocosa en la playa, con la forma de un animal marino, cerca de la localidad de Hvammstangi. 
  • Snaefellsnes: Una península en el oeste de Islandia, conocida por el majestuoso volcán Snaefellsjökull y sus paisajes impresionantes. 
  • Reykjavik: La capital de Islandia, donde puedes visitar lugares de interés como la iglesia de Hallgrímskirkja, el Harpa Concert Hall y explorar la animada vida nocturna.
  • Círculo Dorado: Una ruta turística que incluye el Parque Nacional Thingvellir, la zona geotérmica de Geysir y la cascada Gullfoss.
  • Parque Nacional Skaftafell: Situado en el sureste de Islandia, este parque nacional es ideal para hacer senderismo y ofrece vistas impresionantes, incluyendo la cascada Svartifoss y el glaciar Vatnajökull. 
  • Jökulsárlón: Una laguna glacial en el sureste de Islandia, famosa por sus icebergs flotantes. También puedes visitar la cercana Diamond Beach, donde los icebergs llegan a la orilla. 
  • Vík: Un encantador pueblo costero en el sur de Islandia, conocido por su icónica playa de arena negra, los acantilados de Dyrhólaey y la formación rocosa Reynisdrangar. 
  • Parque Nacional Þingvellir: Un lugar histórico y geológico importante, donde se fundó el parlamento al aire libre más antiguo del mundo. También es un sitio donde se puede ver la separación de las placas tectónicas de Eurasia y América del Norte.