De Madrid a Faro por el camino más largo

Portugal ofrece muchísimo más que carreteras de montaña hermanadas con las vecinas españolas. Las grandes dehesas de las llanuras alentejanas, los feraces meandros de sus numerosos ríos en cuyas orillas se levantan bellísimas poblaciones, entre las que se encuentra Faro en la región de Algarve y tantas otras de una fuerte personalidad.  

Todo eso es Portugal; pero hay aún más, todo listo a ser descubierto por el viajero en moto a quien le mueve tanto el placer de la conducción por carreteras sinuosas y solitarias, como la curiosidad por un país ante el que es fácil rendirse. 

Para este viaje de Madrid a Faro por el camino más largo, llevare la musculosa 2023 Indian Sport Chief con su motor bicilíndrico Thundertsroke 116 de 1.890cc. Lleva una horquilla invertida KYB, un par de amortiguadores traseros Fox con deposito separado, dos frenos de disco con pinzas Brembo en la rueda delantera de 19”. Es un conjunto brutal para el tipo de conducción que estoy buscando en este viaje por Portugal.    

Dia 1 

Salgo de Madrid pronto por la mañana para cruzar la Sierra madrileña pasando por el mirador de Ángel Nieto situado en la M-505 cerca del Puerto de la Cruz verde. Entró en la provincia Castilla y León y sigo la CL-505 hasta llegar Ávila para almorzar en el restaurante Sanjuaneo. Ahora toca salir de España en cuanto antes para evitar el calor y un paisaje llano sin curvas. Tomó la A-50 hasta Salamanca para luego ir más hacia el sur con la A-62 y entrar en Portugal por Vilar Formoso. Son dos horas de autopista complicadas, pero merece la pena porque la diversión empieza en Portugal.  Segunda parada del día y es para comer, me paró en el hotel / restaurante Quinta do Prado Verde para tomar el menú del día seguido de un café al lado de la piscina.  

Ahora sí que empieza la diversión y me dirigó hacia la Serra de Estrela por la N-332 seguido de la N233. La Serra en cuestión es el macizo más poderoso de Portugal, aunque de menor envergadura que sus hermanas del otro lado de la frontera. El Parque Natural da Serra da Estrela reúne varios récords nacionales, entre ellos el de ser el área protegido más extensa de Portugal y donde se eleva la cima más alta del país: Cabeça do Velho. 

Desde el pueblo Manteigas, la carretera N232 tiene que ganar un importante desnivel en una distancia relativamente pequeña. El resultado es bien conocido: vueltas y revueltas que parecen no tener fin a la par que las panorámicas sobre las montañas y los valles van ganando en majestuosidad.  Hasta la cota de 1.500m el macizo está cubierto por un manto boscoso de pinos. A partir de esa altitud, extensas praderas se tienden en las lomas hasta alcanzar las cimas. ¡Llegó a la cima para el atardecer y la luz es espectacular!  

Esta primera noche la pasaré en un pueblo con una sola calle llamado Caldas da Felgueira. 

Dia 2  

Después de una buena noche de descanso, me dirijo hacia el sur por la N2 para travesar la región Coimbra y alcanzar la región Castelo Branco donde están las curvas locas que siguen al rio Zezere. Son más de 60 km en los que no se rodara guardando la vertical más que en el corto trecho que hay desde que sales de una curva para ir a la siguiente. Lo más llamativo es que parece más un recorrido aéreo que terrenal y esas pocas decenas de kilómetros parecerán toda una eternidad entre pinos y eucaliptos.  

Después de 176 km de curvas, alcanzo el Beach Café Kayashanti escondido entre montes con vistas a la ‘Praia Fluvial do Pego Das Cancelas’ y ofreciendo comida 100% vegana. Un excelente lugar para recargar las pilas y esconderse del sol.  

Segunda parte del día, sigo atacando las curvas dirigiéndome al pueblo Abrantes para cruzar el Tajo y abordar la N2 que arranca en sus orillas y no para hasta el extremo sur del país en el Algarve. Es ancha y cuidada, bien pintada, en la umbría de frecuentes galerías de pinos y cedros, con generoso arcenes y largas rectas que se interrumpen, cada dos por tres, por un rosario de curvas antes de iniciar el siguiente tramo rectilíneo. Tiene su sector más interesante mientras bordeas el embalse de Montargil: son unos 25km preciosos. 

Para llegar a Évora (un pueblo precioso y Patrimonio de la Humanidad) donde dormiré, hay que abandonar la N2 de modo que mañana por la mañana daré un rodeo para volver a retomarla y llegar a Faro.  

Dia 3  

Último día para llegar al destino final que será Faro en el Algarve, vuelvo a tomar la N2 seguido de la N121 que me llevará tranquilamente al pueblo Mertola donde comeré uno de los platos típicos de Portugal: las sardinas asadas. Mertola es la más morisca de las poblaciones de Alentejo. 

 Después de comer, sigo mi ruta por la carretera N121 hacia Ferreira do Alentejo donde daré con la N2 que ya no abandonare hasta llegar a Faro, la capital del Algarve.  En Almodóvar arranca un tramo que discurre suavemente pero que enseguida se estrecha drásticamente y se retuerce como el camino de herradura que debió quedar debajo del asfalto cuando se construyó la carretera. Ahora toca conformarse con una media de no más de 50km/h, eso sí, por medio de la umbría en un denso bosque de alcornoques, y eso hace de la ruta un agradable recorrido hasta Barranco Velho.  

Entre esa localidad y Tavira, lejos de las aglomeraciones de la costa, este trazado muestra el lado más amable de la red viaria regional. Una sucesión ininterrumpida de curvas de ancho diámetro, kilómetros a la sombra de frondosos alcornoques, pinos y eucaliptos, que crecen altos desde los arcenes, cruzando un paisaje dominado por extenso manto de naranjos. 

Pasar unos días en Faro vale la pena ya que es una ciudad que conserva aún un fuerte carácter y personalidad muy acusada. Además, organizan todos los años desde 1982 la Convención de Faro donde hay unos 15.000 moteros que se reúnen e Indian Motorcycle es el patrocinador principal. Ahí estaré descansando para recuperar las fuerzas y volver a Madrid por el camino más corto y doloroso gracias a la ola de calor.