Huesca sin límites

La ruta que os presento contiene todos los alicientes para poder disfrutar, durante dos jornadas, de la conducción de vuestra moto por las carreteras de la provincia de Huesca. Paisajes, miradores, incluso alguna pista forestal, serán nuestros acompañantes, donde los más aventureros podréis saciar vuestras ganas de aventura y deleitaros de un entorno único en plena naturaleza de los Pirineos oscenses. ¿me acompañáis?

DIA 1- Partiremos desde Binefar, mi ciudad natal, una localidad sita en la comarca de La Litera de la provincia de Huesca y nos dirigiremos hacia la población de Benabarre, capital histórico cultural de la comarca de la Ribagorza, donde podremos apreciar el castillo de Benabarre datado del siglo XII.

Desde allí nos dirigiremos hacia el primer puerto del día, el alto de Laguarres, con los picos pirenaicos al fondo. La siguiente parada será en la conocida población de Roda de Isábena, considerada una de las más bonitas de España, que con su catedral y su entorno medieval bien se merece una visita.

¿Preparados para entrar en materia? Las montañas y las curvas se empiezan a apoderar de la ruta, el congosto de Obarra, paralelo al río Isábena, nos adentrará en un hayedo que nos guiará hasta el puerto de Bonansa.

Tras coronarlo, continuaremos dirección a Castejon de Sos, por los revirados, puerto de la Espina y el Coll de Fadas, para subir hasta la localidad de Chía, donde cogeremos una pista forestal, en buen estado, que a través del puerto de Sahun nos llevará hasta Plan, serán aproximadamente unos 25km rodando por un paraje excepcional 100% pirenaico.

El siguiente punto de la ruta será la HU-631, más conocida como carretera del Cañón de Añisclo, sus paredes de roca, que discurren a lo largo del río Bellos hacen que sea una auténtica delicia para los sentidos. Desde el parquin, parten varias rutas de senderismo, como la de la ermita de San Urbez, y es que dar un paseo por el bosque ¡siempre te carga las pilas! Tras este pequeño paréntesis y una buena sesión de curvas, llegaremos a Broto, donde también haremos una parada para ver su cascada del Sorrosal que es un gran reclamo turístico de la zona

A continuación, tomaremos la carretera dirección Torla, parque nacional de Ordesa y Monte Perdido hasta el puente de los navarros, donde de nuevo, transitaremos por otra pista forestal que nos llevará hasta el valle de Bujaruelo, donde pondremos fin a la primera jornada rutera descansando en un entorno inigualable a orillas del río Ara.

DIA 2- Amanece y los rayos de sol cubren las montañas del valle, y con las pilas bien cargadas y un buen desayuno, hay ganas de moto y es que hoy, tenemos por delante un itinerario de lo más interesante.

Hoy nuestro día comienza por la misma pista de Bujaruelo a Torla, un inicio de ruta magnífico que discurre a lo largo del cauce del río Ara para enlazarlo con las curvas del puerto de Cotefablo. El primer punto marcado para el día de hoy, es la ciudadela de Jaca, una fortificación del siglo XVI, que con sus jardines y los ciervos que lo habitan, la convierten en una visita obligada.

El viaje tiene que continuar, ahora atravesando la sierra de la Peña, para llegar a sus monasterios, un buen lugar para hacer más fotos.

De nuevo las curvas y paisajes vuelven a cobrar vida, nos ponemos en marcha hacia los Mallos de Riglos, y es que, el río Gállego con las formaciones geológicas al fondo crean un paisaje espectacular.

Poco a poco nos vamos alejando de los pirineos, estamos de regreso al punto de partida, pero aún nos quedan un par de ases bajo la manga, uno de ellos es el castillo de Loarre, una fortaleza romana del siglo XI, que es la mejor conservada de toda Europa con unas estupendas vistas a la Hoya de Huesca.

Y como se suele decir “la última y nos vamos”, nos dirigimos, a la última parada de la ruta… un cartel nos da la bienvenida a la sierra de Guara y tras una carretera entre curvas y túneles aparece el pantano de Vadiello, otro de mis rincones favoritos.

Ahora sí que si volvemos a casa, yo lo hago con un “buen sabor de boca”, espero que vosotros también y halláis disfrutado tanto como yo de estos 580kms rodando por mis queridos Pirineos.