Ruta atípica por Picos de Europa y norte de España

Estos dos últimos años, más que la ruta soñada, he tenido “La Ruta”, un camino difícil de curvas cerradas, con horquillas de primera, de estas que a veces te hacen apretar el embrague, porque no te las esperas y piensas que vas a acabar en el suelo. Pero al final, abres hilito de gas y sales adelante. 

Curva, que te sirve para ganar confianza en ti y para ir decidida hasta el punto más alto del puerto. Sabes que aunque cuesta subir y hay veces que da miedo bajar, la sensación de verlo todo desde arriba te da una calma que te permite valorar esas cositas buenas de cada día. 

 Hay tramos en los que no estás sola, te encuentras a alguien en el camino que te acompaña y te da soporte en algunos tramos, a veces los caminos se separan antes y otras se llega hasta el final juntos. 

 La moto es mi terapia y mi filosofía de vida. 

En estos dos años perdí a mi madre y cambié de profesión, entre otros contratiempos, y cada km en ruta ha servido para seguir hacia delante, porque ya sabemos que las motos no tienen marcha atrás, y la vida igual. 

Así que mis rutas de estos años no son las más espectaculares, ni las más lejanas, ni cuentan con infinitos kms, pero me han ayudado a mantener la cabeza en su sitio y la sonrisa en la boca. 

Después de este pequeño contexto, la última ruta especial es:

DÍA 1

Desde Cercedilla a Ávila pasando por La Cruz Verde y Navas del Marqués. Continuamos por Segovia, para ir desde Ávila por Villacastín.

De Segovia nos dirigimos a Sepúlveda, pasando por Pedraza, seguimos por la SG-241 hasta Aranda de Duero y llegamos a Burgos. Continuamos por N-623 hasta Quintanilla, Escalada y paramos en Orbaneja del Castillo. La siguiente visita es en Arija, donde vimos un atardecer especial en el Embalse del Ebro. Seguimos bordeando el embalse hasta Reinosa, para hacer noche allí.

DÍA 2

Partimos de Reinosa a Fontibre y de ahí a puerto de Palombera por la CA-280

Continuamos por Valle hasta puente Nansa para continuar por la CA-281. Siguiendo esta carretera regional llegamos a Tudanca, un pueblo que visité con 16 años porque fue el escanario histórido de la novela Peñas Arriba de José Maria de Pereda. En este pueblo hay una casona (biblioteca-museo) que posee ejemplares de la generación del 27 con dedicatorias autógrafas. Por lo que este pueblo perdido de Cantabria tiene un importante interés literario.

Llegamos hasta el puerto de Piedrasluengas, con el último tramo de carretera algo roto. Deshicimos el último puerto para llegar hasta Ojedo, donde hicimos parada para comer. Desde Potes fuimos a visitar el mítico puerto de San Glorio, un espectáculo para los sentidos. Fin de esta etapa en Riaño, donde puedes disfrutar del mayor columpio de España y de unos cachopos top.

DÍA 3

Iniciamos en Riaño para hacer la mítica N-625 hasta Canga de Onís, que es un verdadero espectáculo de curvas y paisajes, que discurren por un desfiladero con altas paredes.

Desde Cangas continuamos hasta el mirador de Fitu, ya para dar vista a la costa Asturiana, aunque el tiempo ya no acompañó y la niebla y la lluvia no nos dejó admirar el paisaje.

El punto para comer que elegimos fue Ribadesella. En este punto mi compañera de ruta y yo seguimos caminos separados y desde aquí mi camino fue en solitario.

Siguiente reto llegar a San Vicente de la Barquera, Comillas y Castro Urdiales pisando lo menos posible la autovía e intentado circular por vías cercanas a la costa. Desde aquí pasamos al interior, Llodio, Amurrio y como final, Treviño donde hice  noche en casa de una buena amiga (hay que combinar moto con amistades para tener equilibro en la vida).

DÍA 4

Salimos de Treviño después de comer, para pasar tiempo con los amigos y de ahí pongo rumbo a Ezcaray a través de comarcales y nacionales, siempre evitando el mayor tramo posible de autovías que en la Ducati se me hacen pesados por mantener siempre la misma posición. De Ezcaray pasamos a Pineda de la Sierra y Salas de los Infantes. Llegamos el Burgo de Osma. De ahí seguí directa hasta Rascafría, esta vez si con algo de autovía por que se me echaba la noche encima, finalmente vi salir la luna en el puerto de Cotos y de ahí a Cercedilla.

Y con esto finalizaba la ruta con 346 kms que subían al marcador,  sumando algo más de 1400 kms en total.