Puertos de Cantabria

Esta es una ruta que, si bien en los navegadores recomiendan unas 7/8 horas para realizarla, dependiendo de las ganas de ver cosas y lo curioso que sea el viajero, puede llevar varios días. Y no por que las carreteras sean malas, tengan tráfico o no nos dejen avanzar, al contrario, Cantabria tiene unas carreteras espectaculares, si no, porque todo lo que nos vamos a encontrar a nuestro paso, nos llamará la atención y querremos parar a verlo.

La ruta tienen un total de 390 kilómetros y comienza en Los Tanagos en Pesúes, en unas de las mejores cafeterías de esta región para poder empezar desayunando fuerte para la jornada que nos espera.

Desde allí pasaremos por San Vicente de la Barquera, una villa marinera sin desperdicio, cogeremos la carretera de la costa, para disfrutar de las vistas y alguna curvuca, para llegar a Comillas, localidad que bien merece una parada por sus muchas cosas que ver.

Seguimos por Cóbreces y su iglesia hasta Santillana del Mar, ciudad de las 3 mentiras, llena de lugares con encanto, cruzaremos por Sierra Elsa para evitar la ciudad de Torrelavega y dirigirnos por la zona de Puente Viesgo dirección Selaya, subir La Braguía, y Vega del Pas.

Hasta aquí ya habremos disfrutado de un montón de bonitos paisajes y carreteras repletas de curvas para el que no le guste las paradas largas. Ahora podeos hacer la vuelta por El Escudo y bajar por San Pedro del Romeral recorriendo otro par de puertos con bonitos paisajes y buenas curvas, volviendo a la Vega del Pas, y desde aquí iniciar uno de los ascensos más bonitos de esta región por el puerto de Estacas de Trueba, que si el tiempo acompaña y no se meten las nubes, regala al viajero una vistas, curvas y sensaciones, increíbles.

Bajamos levemente hacia Castilla para pasar por Las Machorras y dirigirnos hasta los Collados del Asón, donde podremos disfrutar del nacimiento de ese río con una caída de cola de caballo de más de 50 metros. A estas alturas, es posible que ya andemos buscando donde llenar la barriga, y en el pueblo de Arredondo encontraremos varios sitios con encanto.

Recomendable desviarse hasta Bustablado y sus bares de pueblo, y si el mundo del ciclismo también gusta, subir hasta los Machucos, eso si, por aquí, con más tiento. Volvemos a la ruta con dirección a La Cabada por el puerto de Alisas, y pasar junto al Parque Natural de Cabárceno, donde perderíamos un día entero de visita.

Ahora un poco de autovía no lo vamos a despreciar, para poder descansar de tanto giro y regresar hacia la zona de Vargas, subir por Las Presillas en dirección a Río Corvo y el Alto de San Cipriano, hacia el valle de Ruente, otra vega con unos parajes espectaculares.

En el pueblo de Valle giramos hacia la derecha por la Collada de Carmona, pasando por el pueblo que le da nombre, hasta Puente Nansa. Por aquí también podemos regresar al inicio por el valle del Nansa, visitar la cueva de El Soplado y descansar en la terraza de la Casona del Nansa, o continuar nuestra ruta coronando el collado de Ozalba, el de Hoz y adentrarnos en una de las carreteras más impresionantes de Cantabria a través de la Garganta de la Hermida junto al río Deva.

Atrás hemos dejado el mirador de Santa Catalina que merece mención especial por asomarse a este desfiladero desde una plataforma metálica no acta para temeratos. Seguimos dirección a Panes con destino a Unquera, donde podremos disfrutar de un merecido descanso, asimilando el montón de sensaciones, fotos y buenos momentos vividos en la jornada, junto a lo mejor de una combinación de la gastronomía Cántabra y Asturiana, que se dan en esa zona y que más que separarlas, las une para el deleite del viajero.