Cataluña serpenteante

Llevo más de 30 años viajando por el mundo en moto, casi siempre en pareja: he recorrido media Europa, África hasta Senegal y varios países de Sudamérica. Quiero compartir con vosotros una de mis rutas preferidas, que recorro cuando no tengo tiempo de realizar un viaje largo: os mostrará la Catalunya desconocida. Una ruta larga y exigente, pensada para motos trail, con tramos de asfalto en mal estado, carreteras estrechas, poco tráfico …poco concurrida ¡Todos los ingredientes que me gustan!

Arrancamos en el Tibidabo desde donde podréis gozar de unas impresionantes vistas de la ciudad de Barcelona, tomaremos la carretera BV-1468, que resigue la Serra de Collserola, el pulmón de Barcelona, pasaremos los primeros mini puertos, Can Cuiàs i Les Torres. Una vez en la llanura del Llobregat enfilaremos desde Sant Andreu de la Barca, la segunda sierra, la Serra de l’Ordal, pasando por Corbera y culminando en el puerto de la Creu d’Aragall, donde iniciaremos un tortuoso descenso hacia el río Anoia por la BV-2425, en las estribaciones de la DO Penedés; nos acercamos a zona de viñedos, y no podemos dejar de pasar por Sant Sadurni d’Anoia, la capital del Cava.

Tras pasar el balneario de Vallfogona, giraremos a la izquierda para ir dirección Cervera, por la L-243, en las estribaciones de la árida comarca de la Segarra; a partir de esta zona y al igual que en el Penedés, si la realizáis es en primavera nos parecerá estar en Suiza: el verde cereal nos acompañará durante muchos kilómetros. Tras dejar Cervera a nuestras espaldas nos dirigiremos al espectacular siguiente punto: Montfalcó Murallat, al que llegaremos desde la N-141f; no os explico nada más, ¡cuando veáis la imponente silueta de Montfalcó recordaréis estas líneas!

Y de ahora en adelante los pequeños pueblos de piedra seca os dejarán sin sentidos: casas de piedra tallada, realmente impresionantes!. Siguiendo varias pequeñas carreteras locales, al salir de Sant Guim de Freixenet, cambiaremos nuevamente de provincia para entrar en Barcelona, pasando por pequeños pueblos como l’Astor, Pujalt y su observatorio astronómico y más adelante en la N-141b, Conill, donde podemos para a comer en La Pedra y disfrutar de su excelente gastronomía y impresionantes vistas al altiplano de Calaf, población que cuenta con el campanario más alto de Catalunya y famoso por su mercado semanal, los sábados. Tras la comida, empezamos el ascenso hacia Pinós, nuevamente en Lleida y situado en una cima a casi mil metros de altura, donde merece la pena parar para contemplar las estupendas vistas panorámicas y tomar un café en el Hostal de Pinós, o también podemos comer, si hemos alargado el tiempo. Desde Pinós serpentearemos hasta la bonita ciudad de Solsona, donde pasaremos la noche.

A la mañana siguiente, tomaremos durante unos kilómetros la C-26, hasta girar a la derecha para encarar la LV-4011, llegando en pocos kilómetros al espectacular paraje del Pont del Clop, donde en época veraniega podéis tomar un refrescante y merecido baño. A partir de este punto ascendemos hacia el siguiente puerto, el puerto de Serra Seca con su monumento al Tour y desde ahí descender hasta Cambrils (no os confundáis con el Cambrils de Tarragona) donde podéis desayunar en la Fonda Agustí. Estamos ya en pleno Prepirineo y el paisaje, como habréis ido comprobando es completamente diferente.

Siguiendo la L-401 llegaremos hasta el puerto más alto de la aventura, el Coll de Jou con 1461 metros, donde podemos tomar la foto de rigor e iniciar el descenso hacia Sant Llorenç de Morunys, rodeados de frondosos bosques y unas vistas de impresión. Siguiendo unos kilómetros cambiaremos de provincia, a Barcelona de nuevo, que ya no dejaremos hasta el final de la ruta. Al salir del túnel de Capolat en la BV-4241, giraremos a la derecha para encarar los frondosos bosques de Capolat i Malpàs. Atención, este tramo de unos pocos kilómetros presenta puntos un tanto estrechos y con asfalto en mal estado, pero, merece realmente la pena el descenso, especialmente el mirador, justo antes de la bajada al llano. Tras el vertiginoso descenso del Capolat, la C-26 nos espera para descender sin tregua hasta el siguiente punto impresionante: Cardona y su imponente fortaleza, actualmente Parador de Turismo.

Una vez pasamos Cardona subiremos de nuevo, esta vez por la BV-4235 en dirección Serrateix, pasando por Avinyó y Artés para entomar la siguiente zona: el parc Natural de Sant Llorenç del Munt y Serra de l’Obac, que atravesaremos Norte-Sur y luego otra vez Norte, culminando por el puerto de Coll d’Estenalles, en las estribaciones de La Mola y en la BV-1221. Tras bajar el sinuoso puerto, un poco deslizante al ser muy sombrío, giraremos a la derecha para enamorarnos de la preciosa localidad de Mura, sin duda un pueblo de postal. Aquí tomaremos un estrecho camino asfaltado, pero en buen estado, que nos llevará hasta Rocafort, para descender luego por la BV-1224 hasta el Pont de Vilomara y sus espectaculares puentes sobre el Llobregat, para luego siguiendo la cuenca del Llobregat encaminarnos hasta nuestro siguiente objetivo, ascender a Montserrat, la montaña mágica que nunca dejará de sorprendernos ni deja a nadie indiferente.

Para ello, en Monistrol de Montserrat tomaremos a la derecha la BP-1121, también conocida como “els onzes”, los onces, que nos llevará en una divertida ascensión hasta el peaje de acceso al Monasterio, que nos quedará a la izquierda, girando nosotros a la derecha por la BP-1103 hasta can Maçana donde giraremos a la izquierda para empezar la circunvalación de esta espectacular formación montañosa. Vale la pena dar esta vuelta pues, como veréis nada tiene que ver el aspecto de Montserrat desde el lado de Monistrol al lado de Collbató, al que nos dirigiremos ahora a través de la vía de servicio de la NII ( si os habéis fijado bien…no pisaremos casi nunca una carretera principal, manías de un servidor), pasaremos por delante de la escultura del Timbaler del Bruc, y ponemos rumbo a la B-112, que recorre encajonada la falda sur de Montserrat.

Tras esto tomaremos dirección a nuevamente a Monistrol para acabar el rodeo a la montaña y nos dirigiremos a Rellinars por la B-122 una divertidísima carretera que nos lleva al Vallés, con sus dos ciudades principales Terrassa y Sabadell, y de allí a Sant Cugat, pasando primero por la C-1413a hasta Rubí. Esta zona es la quizás menos agraciada de toda la ruta, pero evitando autopistas, variantes, etc, que para mí nunca tienen ningún tipo de interés, podremos alcanzar la BP-1417, cruzando por última vez el parque de Collserola y alcanzar el final de esta circular: la montaña del Tibidabo.