¡El pasado fin de semana vivimos una experiencia que merece la pena contar y sobre todo vivir!
Gracias a Suzuki pude formar parte del Road Leader organizado desde Cantabria a Burgos, asique lo menos que puedo hacer es describir todo los que vivimos, sentimos y disfrutamos a lomos de nuestra V-Strom.
¡Viajar con moteros que comparten la misma pasión por las motos es una gran experiencia!
Es verdad que el tiempo se torció, lo normal para estar por el norte vaya, aunque «rezaramos» todos a nuestra manera para que el sábado saliera el sol y poder rodar en condiciones disfrutando de las infinitas curvas que nos habían preparado nuestros Road Leader Keko Ochoa y David Colino. Y aunque llovió, el día fue abriendo hasta terminar con un tiempo estupendo en Burgos.
El punto de encuentro fue la Casona de San Pantaleón de Aras, hotel del club de calidad Ruralka, situado en el pueblo San Pantaleón de Aras, Cantabria. Allí coincidimos todos los participantes premiados con una plaza para el road leader, el equipo de Suzuki y Ruralka. Entre los moteros premiados para vivir esta experiencia había representantes de Burgos, Galicia, Vizcaya, La Rioja y León, y a todos se nos notaba las ganas de empezar a rutear.
El recibimiento en el hotel fue excepcional, buenas dosis de productos de la zona que ayudaron a romper el hielo entre nosotros, aunque es verdad que la gente de la organización ayudaron mucho a unirnos en este viaje.
La anfitriona del hotel, Rosa, nos preparó un energético desayuno para que lo degustáramos todos juntos y en poco tiempo empezamos a entrar en confianza.
Comenzaron a llegar los nervios por rutear por la montaña cántabra y nuestros simpáticos guías, Keko Ochoa y David Colino de organizados.net , pusieron en marcha a todo el equipo previamente dando las instrucciones, adevertencias y consejos para tener una ruta segura.
¡Por fín nos pusimos en marcha! creía que no llegaba este momento…
Desde el primer momento empezamos a disfrutar, nada más empezar nos recibieron un rebaño de vacas para advertirnos que ellas son las que mandan allí…
Las curvas por los pueblos de montaña cántabros nos ofrecieron una buena dosis de emoción y disfrute a lomos de nuestra Vstrom. Por si fuera poco, a medida que subíamos los puertos, las vistas eran más especulares y el color verde intenso de los prados era el protagonista de nuestro paisaje durante la mayor parte de la ruta.
La primera parada para recargar pilas la hicimos en el restaurante Posada del Obispo, situado en Quintanilla de San García, Burgos. Allí nos esperaba Ana con su propuesta gastronómica basada en productos castellanos para prepararnos una comida deliciosa con la energía suficiente para volver a subir a nuestra VStrom y continuar con el último tramo de nuestra ruta.
Después de esta parada en “boxes” continuamos la ruta hacia Santa Cruz de la Salceda, en Burgos. Según ibamos compartiendo momentos, el ambiente del grupo iba siendo mejor y se empezaban a oír planes futuros de quedadas moteras entre nosotros.
Me gustaría destacar a Sandra, «La Gallega», que bien lo pasamos con ella, igual de gallega que de motera. Una mujer auténtica donde las haya, ¡nos hiciste pasar un gran rato! Al igual que Fernando, dicharachero y divertido como el que más. También destacar la caballerosidad de José María, la educacion y el saber estar de Carlos, Jose Enrique y Alberto con sus respectivas acompañantes. En resumen, ¡un grupo 10!
No nos mentían Keko y David cuando nos dijeron que la segunda parte de la ruta nos iba a encantar y así fue, ¡alucinante!, y aunque alargamos la ruta más de lo que se tenía previsto, mereció la pena, tanto que me dio pena llegar al hotel La Baronas.
En el hotel Las Baronas tuvimosun recibimiento espectacular gracias a Nuria y su marido, los propietarios, por tratarnos tan bien, ¡se nota que son moteros!
Antes de bajar a cenar, pudimos descansar un rato y disfrutar de las vistas de la habitación, ¡qué silencio y qué paz!. Aunque duró poco porque quedaba la cena de despedida, que se convirtió en una quedada de amigos disfrutando de una degustacion de platos riquísimos.
El buen ambiente y la amabilidad de todas las personas que fueron al Road Leader es algo a destacar y agradecer a todos los que vivieron esta experiencia.
Sin duda, el motivo y el alma de cualquier road leader es el carácter divertido de los participantes, y tenemos que decir que esto ha sido superado con nota.
¡Animamos a todo el que quiera participar a registrarse en la web para entrar en el sorteo de una plaza para los siguientes road leaders con todos los gastos pagados!
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