INMACULADA PARDO

Mi afición por el mundo del motor me vino de la mano de mi hermano mayor, que era un seguidor del motociclismo, rallies, F1…  Lo seguía siempre junto a él por TV.  Pero lo que hizo que este mundo se me grabara a fuego en el corazón fue la primera vez que fui al GP de Jerez ¡cuando tenía 7 años! Fue muy impactante vivir ese ambiente rodeada de tantísimas motos. A los 25 años tras acabar la carrera y ahorrar algo pude sacarme el carnet A2 y comprar la primera: Yamaha R3! Estuve dos años con ella, recorrimos más de 30.000 kms y luego conseguí el tipo A y compré la moto de mis sueños. La Ducati Panigale V4 con la que a día de hoy sigo compartiendo viajes y anécdotas. Está moto siempre, siempre estará en mi garaje.

Mi sueño de la infancia ya está tachado de la lista y superado en expectativas con creces, ahora sigo trabajando para poder comprar alguna moto más, ¡para seguir viajando y probando nuevas disciplinas del motociclismo! Y para despedirme, quiero mencionar a mi madre, que ha sido siempre la persona que más ha creído en mis capacidades y que ya no está conmigo, pero que siempre me acompaña en cada minuto de mi vida!