Molinos manchegos, Cabo de Gata y Sierra Nevada

Día 1

Empezaremos la ruta desde Cuenca y nuestra primera parada serán los Molinos de Viento de Mota del Cuervo. Estos molinos reciben la denominación geoturística de «Balcón de La Mancha», por las preciosas vistas panorámicas que se pueden observar. Este tipo de molinos fueron inmortalizados por Miguel de Cervantes en su obra Don Quijote de la Mancha, y son un ícono de Castilla la Mancha y un bien de interés cultural.

Realizada la visita a los molinos, nos dirigiremos a Cabo de Gata a través del Parque Natural de la Sierra de Cazorla, el mayor espacio natural protegido de nuestro país y el segundo de Europa. Disfrutaremos de hermosas carreteras de curvas y si tenemos suerte, podremos divisar ejemplares de cabra montés. Una vez atravesada la sierra, dormiremos en el pueblo que le da nombre, Cazorla.

Día 2

De las llanuras de Castilla la Mancha y de la Sierra de Cazorla, haremos un cambio de paisaje radical y nos dirigiremos al Parque Natural de Cabo de Gata, donde podremos observar el mar, impresionantes acantilados, calas y playas. Es un entorno natural de carácter semidesértico y de pasado volcánico, y es el espacio natural protegido marítimo-terrestre de mayor extensión de la península ibérica. En primer lugar, nos dirigiremos al Mirador de la Amatista.

Desde el mirador, observaremos la costa, los acantilados, y en la lejanía, el Pico de los Frailes, la montaña más alta del parque. Después, nos dirigiremos al Arrecife de las Sirenas. El arrecife está compuesto por un conjunto de formaciones rocosas, que son antiguas chimeneas volcánicas que se elevan por encima del nivel del mar.

Día 3

Para finalizar la ruta, iremos al Parque Nacional de Sierra Nevada, un extenso macizo montañoso con un relieve compacto que tiene el pico más alto de la península, el Mulhacén, con 3479 metros de altura. La carretera no nos permite llegar a tanta altitud, pero llegaremos aproximadamente a unos 2100 metros de altura, a través de curvas muy divertidas, con un asfalto en perfecto estado, y con un momento mágico, poder ver la nieve si vamos en invierno o primavera.

El paisaje y las vistas desde la cima son inigualables, un imprescindible. Ahora toca bajar para ir a Granada, donde, si tenéis tiempo, no dejéis de visitar la Alhambra. Es única.